lunes, 20 de julio de 2009

Se acerca la "celebración del lagarto"





A lo largo de toda la historia de la humanidad, los desiertos siempre han tenido, tienen y tendrán algo especial.

Un desierto es lo contrario a una tierra cultivada o rica en vegetación, a una tierra habitada, se puede considerar a los desiertos como lugares puros, no humanizados, no pervertidos por el hombre.

Son muchas las teorías que filósofos, pensadores o místicos han formulado a lo largo de la historia sobre el desierto y ese halo “especial” que desprende. Se piensa que el desierto atrae al hombre porque este le evoca la simplicidad de nuestro origen primero, de la nada. Para Jim Morrison el desierto en si ya era alucinógeno, el desierto es el alucinógeno en sí.

En un desierto se esta a solas con uno mismo, con la naturaleza, no hay nada mas, cielo y tierra, en un desierto no hay caminos, solo caminantes.

El desierto esta presente en el inconsciente colectivo de toda la humanidad, desde las fabulas bíblicas de Moisés llevando al pueblo judío a la tierra prometida, o los años de meditación de Jesucristo en el desierto, pasando por la importancia que estos áridos paisajes siempre han tenido para la mística de los indígenas americanos, para el mundo árabe o para el rock and roll con grupos clave como The Doors o mas recientemente con movimientos consagrados al gigante de arena como el “stoner rock”.

De un modo u otro siempre habrá algún caminante perdido en mitad del desierto, buscando nuevas experiencias, poner en orden su interior, perderse, o quizá simplemente buscando a ese “lagarto” del que hablaba Jim Morrison.






1 comentario:

Damian Alarcon Sempere dijo...

ye que bueno primitoooooooooo,